sábado, 26 de junio de 2021

Didáctica filosófica, Posgrado Ha de la filosofía UNMSM No 01

10 de septiembre de 2015 a las 16:10

Apellidos: SILVA MONTELLANOS

Nombre: Leonel Patricio

Código: 14037056

Tema: ¿Cuáles son las operaciones de reflexión crítica –filosófica—que Ud. identifica?

 

“a) Análisis conceptual.

El cometido del filósofo no es la observación de los hechos naturales sino el examen de los conceptos y de los juicios en que éstos aparecen. Se trata de establecer los elementos primarios de las nociones, discriminando lo que es esencial y lo que es accesorio en ellas. Se busca de este modo clarificar los conceptos, rechazando las formas defectivas y proponiendo en sustitución definiciones que alcancen el máximo de precisión y rigor posibles. En este menester, el filósofo se vale frecuentemente del pensamiento discursivo –en el sentido genérico, que incluye, por ejemplo, las comparaciones y las analogías--, gracias al cual se hacen patentes las virtualidades e implicaciones de las nociones criticadas. En la crítica, los conceptos y juicios pueden ser pensados como simples posibilidades ideales o como hipótesis presentadas a la reflexión, o tomados del proceder efectivo de la ciencia y la actividad práctica, comportando entonces un elemento fundamental de categoricidad. En ambos casos, sin embargo, el objetivo propuesto es el mismo: esclarecer el pensamiento y la acción del hombre. A esta manera de filosofar corresponden el procedimiento de diálogo que Sócrates introdujo en filosofía y fue desarrollado ampliamente por Platón, la metodología aristotélica y escolástica y el análisis cartesiano, pese a sus mutuas diferencias, así como las varias formas del pensar dialéctico moderno. Entre los contemporáneos, Husserl, con su método de ideación, así como Scheler, Sartre y Moore, para citar sólo algunos nombres, ilustran el uso de este procedimiento. (1) Nota del Autor: Es frecuente encontrar el análisis conceptual ligado a un enfoque metafísico. En este caso, debe ser tomado como ingrediente de un proceder filosófico diferente, que estudiaremos en su lugar. Por lo demás, estas vinculaciones ocurren en los diversos métodos que vamos a exponer.”[1]

1)     Resumen:

El autor destaca el elemento intelectual y cultural como determinante en la creación de un discurso filosófico. Es un constructo, o sea, un producto artificial elaborado con sentido metódico y coherencia. Nos permite ingresar en el ámbito del pensamiento, distinguiendo niveles, estructuras, funciones, significaciones y finalidades. Este proceder intelectual sería entre otros atributos, rasgo característico del pensamiento humano; ya presente en los inicios de la historia escrita (Cf: la Grecia clásica) y que desde entonces ha venido acompañando el desarrollo de la cultura occidental, elaborando complejos idealismos (Husserl) irracionalismos (Sartre) y praxis analítica (Moore). El autor concluye afirmando, que generalmente, los discursos filosóficos diversos, cuentan entre sus elementos básicos, este análisis conceptual que es así, inherente a la racionalidad de la filosofía.

 

2)     Comentario crítico:

2.a Descripción:

El autor empieza definiendo previamente (por género próximo y diferencia específica) la peculiaridad del discurso filosófico. Entiende la filosofía como una producción de teoría, un trabajo, una praxis organizada sistémicamente. Lo interesante del caso, es que dicha actividad constituye la vida del espíritu, la actividad interior de contemplación de ideas y sistematización de conocimientos. En cierta forma esta evolución del pensamiento humano ha sido responsable del avance en la construcción de la civilización humana, en tanto sociedad y cultura.[2]

2.b Explicación:

No puede explicarse la filosofía, tal como se la entiende en el mundo civilizado –al margen de orientarse por la vertiente “Analítica” o la “Continental”--, sin partir de definiciones previas que clarifiquen la explicación y apelen a una determinada tradición de interpretación de textos y discursos desde los cuáles se construye la tradición y se la redefine. De modo innato, el pensamiento humano está predispuesto para el ejercicio de la actividad intelectual y moral, o sea, la actividad de lo que los antiguos denominaban “alma” y de modo actual, designamos como “mente”. Por lo mismo, dicha actividad tiene sus propias y definidas características, las cuales son explicadas de modo meta-textual por la filosofía, a su vez organizada, en las diversas disciplinas que la componen(lógica, ética, ontología, etc.) Este orden sustancial, permite la reflexión y el análisis, la conceptualización y la puesta en práctica del sentido crítico. Independientemente de que uno sea socialista o libertario, debe reconocer la necesidad de la existencia de instituciones morales, formales, conceptuales; estructuras que yacen en la profundidad de la psyche y que nos permiten reconocer las regularidades de la Naturaleza y construir así, las complicadas estructuras de lo existente “socializado”.

NOTAS

[1] Salazar Bondy, Augusto: Iniciación filosófica. Curso universitario, Studium, Lima, 1984: 164-165

[2]Reconocemos por otro lado, la triste paradoja de que también, el intelecto humano es responsable por los vicios y violencias que han puesto la existencia de la vida al borde del abismo; pero sostenemos que el altruismo tiene sentido, en la medida que el ser humano está condicionado para afrontar las complicaciones de la vida práctica. Esta racionalidad sería el fundamento de concepciones del mundo que sin ser mesiánicas o religiosas, contemplan un futuro de solidaridad y vida en sentido positivo, sin amarguras existenciales.

 

 

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