sábado, 26 de junio de 2021

Didáctica filosófica, Posgrado Ha de la filosofía UNMSM No 03

LEONEL SILVA·JUEVES, 29 DE OCTUBRE DE 2015

Apellidos: SILVA MONTELLANOS/ Nombre: Leonel Patricio

Código: 14037056

Salazar Bondy, Augusto: Didáctica de la filosofía, Editorial Universo, Lima, 1967.

Tema: Didáctica de la filosofía

I. VIII. El método y la enseñanza filosófica

La idea de método. Entendemos por método una articulación relativamente constante de procedimientos y medios para obtener un fin determinado. La idea de método está vinculada, en primer lugar, a la idea de una complejidad de operación. Aunque en el límite puede hablarse de método con respecto a todo acto, sea simple o complejo, por lo común la noción de método implica una cierta composición de medios y conductas. No hay en esto, por cierto, una diferencia esencial sino sólo de grado, de tal manera que la connotación puede considerarse integrada por la nota de una mayor o menor complejidad que, repetimos, en el límite se prolonga en actos que puede calificarse de simples. En segundo lugar, subrayemos la nota de constancia en la noción de método. No parece aceptable hablar de método allí donde no se da una cierta regularidad y, a base de ella, una cierta comunidad o intersubjetividad en el uso de medios y procedimientos. Puede decirse a este respecto que las conductas son tanto más metódicas cuanto más regulares y estables. En tercer término, la idea de método está vinculada a los actos voluntarios, de tal modo que lograr un resultado por instinto no parece ser, propiamente, usar un método. (…)” SALAZAR BONDY, Augusto: Didáctica de la filosofía, Universo, Lima, 1967: 91

II. IX. La exposición filosófico didáctica. Lo que no es la exposición filosófica:

a) “La descripción empírica. En filosofía no se exponen hechos porque, en cuanto tales, las cuestiones filosóficas no son cuestiones empíricas o de hecho. (…)”

b) “La narración. (…), la exposición en la didáctica de la filosofía no puede ser narrativa, puesto que al narrar la intención está dirigida a cierto curso temporal de acontecimientos, lo que equivale a establecer hechos. (…)”

c) “Explicación de hechos. No es lo mismo describir un hecho que explicarlo; sin embargo, la operación filosófica no es más identificable con la explicación empírica que con la descripción. Hay ciertamente un importante elemento explicativo –como lo hay descriptivo—en el filosofar; pero éste tiene un carácter diferente a la comprobación de una hipótesis o al dar cuenta de por qué se producen tales y cuales hechos. Consecuentemente, en la clase de filosofía no queda explicado ningún hecho como tal, ni verificadas hipótesis relativas a los datos empíricos. (…)”

d) “Demostración formal. Una clase de filosofía no es identificable con una clase de matemáticas, razón por la cual la exposición filosófica no puede confundirse con la demostración formal, ni con la didáctica demostrativa que es propia de la clase de ciencias exactas. (…) El discurso filosófico en cambio, está justamente enderezado a penetrar en esta efectividad (de lo existente) y nunca produce pruebas demostrativas en respaldo de sus asertos.”

e) “Discurso persuasivo. (…) El sentido crítico de la filosofía, su vocación de intelección y prueba están en las antípodas de la mera expresión de sentimientos, de la comunicación de deseos y la provocación de actitudes, así como su búsqueda de fundamentos y principios la pone en plan distinto a la justificación, incluso meditada y objetiva, de las conductas concretas.”

SALAZAR BONDY, Augusto: Ibid: 100-102

III. X. La interrogación didáctica en filosofía

3) Naturaleza de la pregunta didáctica. (…) Según lo anterior, la pregunta didáctica expresa una demanda y, por lo general. No comunica veladamente una información. Por otra parte, el profesor, al preguntar, desea conocer algo, a saber, la opinión o la actitud del alumno con respecto a determinados hechos, ideas o valores. En este sentido, la respuesta del alumno le proporciona una información, bien que sobre el mundo interior de éste. Pero al lado de esta penetración en el orbe vivencial del educando, la pregunta didáctica cumple otra función principal: suscitar la inquietud cognoscitiva y el esfuerzo intelectual del alumno.” SALAZAR BONDY, Augusto: Ibid: 109

IV. XI. “El método socrático o dialogado. (…) Hay una manera de filosofar dialogando, que tiene su momento histórico culminante en la reflexión de Sócrates y Platón. Se trata de aquella peculiar metodología intelectual mediante la cual estos pensadores elaboraron sus doctrinas filosóficas, las transmitieron a sus discípulos y oyentes, y las defendieron contra sus opositores. Tal como se ofrece en estos pensadores y especialmente en Sócrates, rasgos saltantes y distintivos del método son, en primer lugar, el empleo de la ironía, o la ficción de ignorancia, frente a una supuesta ciencia del interlocutor, que lleva al descubrimiento y al reconocimiento de la ausencia de saber en todos los participantes. Luego, la busca de aquel conocimiento que falta, mediante la inducción y la formulación de una definición general del concepto o los conceptos pertinentes. En Sócrates, tales conceptos (…) pertenecen generalmente al orden de las nociones ético-axiológicas, pues el filósofo ateniense renunció a abordar explícitamente las cuestiones cosmológicas y metafísicas que habían preocupado a los filósofos que lo precedieron. Lo cual no impide que el método socrático histórico se apoye en una tesis francamente metafísica, a saber, que la verdad puede brotar del alma si al conocer se aplica el justo procedimiento racional. (…)” SALAZAR BONDY, Augusto: Ibid: 118

V. XII. El método de lectura y comentario de textos.

3. Posibilidad de la lectura filosófica. (…), Platón llegó a decir que es imposible escribir sobre las materias más propias y dignas del quehacer filosófico; más que formularlas por escrito o tratar de poseerlas mediante el trato con los libros se trata de vivirlas, (…) “como resultado de una prolongada intimidad con el problema mismo y de la convivencia con él, de repente, cual si brotara de una centella se hace la luz en el alma y ya se alimenta por sí misma.” (…) Que sea posible entender las obras filosóficas cabalmente es condición indispensable para la enseñanza a través de los textos de los filósofos. Asegurada esta condición, quedan sólo por resolver los problemas prácticos de la utilización de ellos en los diversos grados de enseñanza.” SALAZAR BONDY, Augusto: Ibid: 131-132

I. Resumen:

En (cap.VIII, el autor define el concepto de método. Seguidamente (IX); señala aquello que no es la explicación filosófica. Más adelante (X), ofrece una caracterización de la pregunta didáctica, del método socrático de filosofar (XI) y culmina estableciendo (XII) que el alumno; sea escolar, sea universitario debe de estar en la capacidad de comprender el texto filosófico para que así se pueda realizar la enseñanza de la filosofía. Así estamos ante Salazar Bondy, reconociendo en él a un intelectual, a un docente preocupado por la socialización del conocimiento, por la filosofía en tanto disciplina reflexiva que si es posible enseñar e inculcar desde el aula.

II. Explicación

El autor propone una concepción racionalista de la filosofía, podríamos decir, incluso, analítica. El método –preocupación cartesiana, moderna—ocupa un lugar fundamental. Se reconoce a la ciencia como una imagen del mundo, problemática, ahí, donde la realidad lo es. La aludida intersubjetividad, es el criterio social que legitima a la ciencia, la filosofía y la docencia. La filosofía no es descripción, narración, ni retórica, así como tampoco es demostración matemática o explicación de los hechos concretos. Para nuestro autor, la pregunta didáctica es un estímulo necesario para la formación del estudiante en la medida que lo lleva directamente a la investigación, procurando la reflexión y la crítica. Ya, el viejo Sócrates, simulaba ignorar y hacia uso de la ironía, para descubrir los vacios de conocimiento de aquellos tenidos por sabios y así ascendía inductivamente, reconociendo evidencias hasta llegara principios generales, estableciendo así, bases racionales para la discusión. Ahora bien, no todo discurso racional o pensado conscientemente es filosofía. Para que sea filosofía, debe adherirse a los correctos paradigmas académicos que la enseñanza exige: sólo desde reconocimiento de la vigencia de la institucionalidad de la ciencia y la crítica, de la enseñanza y la academia, es que la filosofía puede ser tal y así ser reconocida y ser puesta en práctica.

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

1.1.2 El concepto de teología en Spinoza

 Mis ojos se elevaron al cielo, no dijiste que sin ellos estaría ciego. Iconos que alimentan los fuegos Iconos que caen de las agujas... Sio...